En pocas palabras, los rectificados de carácter industrial son mecanizados realizados por abrasión.
Habitualmente, cuando se realiza el rectificado es para otorgarle un acabado a la pieza, o sea, es la etapa final de fabricación. Como consecuencia, se produce tras el torneado o el fresado. Y, además del aspecto superficial, su principal objetivo es afinar la tolerancia dimensional.
Por lo tanto, el rectificado se lleva a cabo en piezas de mucha exigencia por parte de los clientes, ya sea en cuestión superficial, dimensional o geométrica. Si quieres conocer los tipos de rectificado, te invitamos a leer el artículo “¿Qué es el rectificado industrial?”.
Ante esta información surge la pregunta de qué materiales se emplean para realizar la abrasión. Lo contestamos en las siguientes líneas.
Aunque no son los únicos, a continuación destacamos algunos de los materiales abrasivos que más se emplean para llevar a cabo el rectificado. Hay que tener en cuenta que cada uno de ellos está vinculado a la composición de la propia pieza a mecanizar:
- CBN o nitruro de boro cúbico. Se utiliza para rectificados de gran velocidad en componentes férricos. Por ejemplo, es empleado en las propias herramientas de corte.
- Óxido de aluminio. Es apropiado cuando se trabaja en el rectificado de aceros.
- Carburo de silicio o carborundum. Ideal para materiales no férricos, como la cerámica y otras clases de fundición.
- Diamante, oportuno para metales duros a la hora de realizar rectificados de velocidad alta. Se considera un superabrasivo. De hecho, hasta el público no especializado conoce que se trata de uno de los materiales más duros.
La elección apropiada del tipo de abrasivo es clave a la hora de realizar un mecanizado de abrasión para el éxito de los rectificados.
Si deseas realizar esta u otra clase de mecanizado, ponte en contacto con Rectificados Mayer.